Buscar y admirar los antiguos aljibes que dieron agua a los pobladores de la Granada medieval, los pilares que saciaban la sed de los viandantes y los patios donde se desarrollaba la vida de las gentes, es el objetivo de un libro que, bajo el título, ‘Aljibes, pilares y patios’, ha patrocinado la Fundación AguaGranada con la editorial granadina, Entorno Gráfico. Una obra de la que son autores los periodistas y divulgadores, Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle, que de una forma eminentemente gráfica, con 200 fotografías, muestra la belleza y la riqueza patrimonial e histórica de lo que se consideran ‘aguas públicas’, estructuras creadas para cubrir las necesidades de una ciudad que creció a lo largo de su historia con el agua como protagonista.
La obra, a modo de guía práctica, propone diferentes rutas para descubrir esas estructuras, con dos recorridos fundamentales para conocer los aljibes del Arrabal y los de la medina y la Alcazaba Qadima; cuatro rutas para caminar en busca de los pilares, dese los más históricos y ornamentales, a los pequeños pilarillos en humildes callejas. Rutas por el Centro, Realejo, Albaicín y Alhambra, donde se encuentran algunos de los pilares que iban a ser destruidos en derribos en la ciudad; Otras cuatro rutas para conocer, de forma rápida, los patios históricos y monacales, los de las corralas y los palacetes. Con especial atención a la relación que se establece entre el agua oculta en el interior de los aljibes, a la espera de aflorar en cubos y cántaros, con los caños de los pilares, donde aún mana el agua que, durante, siglos sació la sed de hombres y caballerías. Un libro en el que se descubre el eje histórico y ecológico de la acequia Aynadamar, que en el siglo XI llevó el agua desde Alfacar al Albaicín y permitió que germinase la semilla que se convirtió en Granada.
Con este libro, la Fundación AguaGranada realiza una actualización de lo que podría considerarse el catálogo básico de los aljibes y pilares, que hasta el momento solo contaban con publicaciones de carácter técnico dedicadas a los trabajos de restauración realizados hace casi dos décadas. Descubrir los antiguos aljibes, los pilares que jalonan las calles y dejarse llevar por la intimidad de los patios, es añadir una capa oculta en el conocimiento de la urbe y dejarse llevar a un universo donde mana el agua de la historia.