Autor: JOSÉ ANTONIO MUÑOZ / IDEAL Tras la tormenta del viernes por la noche, que dejó abundante agua en Granada, el Albaicín lucía ayer con un cielo límpido, azul primavera. Y el agua que en la madrugada se precipitara desde las alturas fluía a borbotones en fuentes a ras de suelo. Hoy es el Día Internacional de los Monumentos, y la Fundación AguaGranada quiso celebrarlo con una iniciativa llamada ‘Patrimonio dibujado’, que este año alcanza su tercera edición y que sacó a la calle a casi medio centenar de artistas de todas las edades, profesionales o no, unidos por la idea común de plasmar sobre el papel -en los blocs que la organización regalaba- su visión de la ciudad, sus monumentos y el agua. Desde primera hora de la mañana, el Aljibe del Rey -sede de la Fundación- vivió un continuo goteo de artistas que se inscribieron en esta iniciativa, no competitiva y sin premios, pero que, tal y como afirma Ruth Pozo, del equipo de la Fundación AguaGranada, «cuenta con un considerable grupo de fieles seguidores, que año tras año forman un núcleo de participantes al que una convocatoria tras otra se van añadiendo algunos nuevos». El perfil de los participantes es muy diverso, tal y como afirma Ramón Carlos Valor, pintor aficionado que colabora en la organización. «Vienen desde niños acompañados por sus padres a personas mayores y grupos de compañeros de la Facultad de Bellas Artes». Entre ellos, tienen un considerable peso los ‘sketchers’, dibujantes urbanos pertenecientes al movimiento internacional Urban Sketchers, creado por el pintor español Gabriel Campanario hace 15 años. En Granada, este grupo comenzó su andadura hace siete años, y aunque la pandemia ha mermado considerablemente la frecuencia de sus encuentros, continúan en contacto a través de acciones como la de ayer. «La filosofía del grupo es dibujar la ciudad sin otra pretensión que mostrar lo que se encuentra ante tus ojos», comenta Ramón Carlos . El colectivo granadino participa en la organización de esta jornada desde su primera edición, y algunos de los dibujantes que participaron en la iniciativa en el día de ayer son alumnos de Manuel Vaca, profesor de dibujo en Estación Diseño. Los participantes tuvieron algo más de tres horas para pergeñar sus creaciones, por lo que en la inmensa mayoría se quedaron en las inmediaciones del Aljibe del Rey y en miradores anexos del barrio. Pozos, jardines, fuentes, estanques, y cómo no, aljibes, fueron el objeto de sus trabajos, realizados mayoritariamente con grafitos y acuarela. Las vistas a la Alhambra, el mirador de San Nicolás o el Palacio de Dar al Horra aparecieron reflejados en varias obras. En el propio patio del Aljibe del Rey estaba Rosa Olea, una ilustradora granadina de muy amplia trayectoria, que ha desarrollado buena parte de su carrera en Cádiz, realizando desde ilustraciones tradicionales a cartelería. Olea salió ayer de la ‘zona de confort’ de su estudio para pintar el pozo antiguo del Aljibe del Rey. «Aquí no puedo hacer trampas», decía con humor. «Cada vez que sales a la calle a dibujar es una nueva oportunidad para aprender. Además, compartir espacio con otros compañeros es una maravilla, porque enriquece el trabajo». Tras volver a Granada desde la capital gaditana, se ha reencontrado con el agua, «un elemento que ofrece múltiples posibilidades al artista, desde lo arquitectónico hasta lo físico».