ENTREVISTA PARA IDEAL El coordinador cultural de la Casa de Lorca en Valderrubio, mostrará la relación del poeta con el agua en el Aljibe del Rey Francisco Vaquero, escritor e investigador JUAN ENRIQUE GÓMEZ GRANADA. «Agua, música y poesía de la mano de Federico ¿hay quién dé más?» Es la expresión de Francisco Vaquero, director y coordinador cultural de la casa de Lorca en Valderrubio, que el miércoles 21 de julio hablará de la relación del poeta granadino con el agua, dentro del ciclo El Agua y la Palabra, que se celebra en el Carmen del Aljibe del Rey. Para Vaquero, la obra de Federico está marcada por la naturaleza y el agua. Vaquero, escritor, poeta, uno de los mayores investigadores de la vida y obra de Lorca, estará acompañado por la voz de la cantante María del Carmen Párrizas y la guitarra clásica de Ángel Alonso.
–¿Qué posición ocupa el agua en la obra de Lorca? –Para Federico el agua es consustancial a su vida, a su ritmo interior. No podemos explicar su sensibilidad de poeta, ya desde muy niño, sin la presencia del agua. Llegaría a manifestar: «Yo soy modesto soñador e hijo del agua». Las referencias al agua, son frecuentes y evocadoras.
–¿Qué poema consideras el más destacado en esta temática? –En sus «Primeros Escritos», en su «Libro de Poemas», en sus «Canciones», en sus «Suites», en su prosa lírica, en su teatro, en sus cartas, entrevistas y manifestaciones hay memorables referencias al agua. Por poner algún ejemplo, el poema «Deseo» del «Libro de Poemas»: «Y la canción del agua / es una cosa eterna… (…) con un río discreto y una fuentecilla». El río es el Cubillas y la fuente es la de la Teja, parajes de la antigua Asquerosa. –¿Considera que Granada debería asumir aún más la figura de Lorca y hacer bandera de ella? –La bandera de Federico es la bandera de un creador genial de nuestras letras hispanas al que quitaron la vida con 38 años. ¿Se imaginan la obra que nos hubiese legado si eso no llega a ocurrir?. Federico es un símbolo para Granada. Hagamos bandera de Federico y llevémosla hasta las estrellas, donde sus «ríos líricos» y «chopos musicales» serán para siempre un «remanso continuado». –¿Cómo se plasma la relación entre Valderrubio y Federico en su obra? –Muy estrecha. Una parte esencial y extensa de su vida y obra está inundada y recorrida por el paisaje y el paisanaje de la antigua Asquerosa, hoy Valderrubio. Recordemos como ejemplo su última obra de teatro «La casa de Bernarda Alba», casa hoy recuperada y abierta al público. –¿Aporta un sentimiento especial hablar de Lorca y agua en el Aljibe del Rey? –En sus «Primeros Escritos», en lo que llegó a denominarse «Poesía inédita», en su «Juvenilia», Federico, con veinte años recién cumplidos incluye un precioso poema que titula Albaicín, y que termina con estos versos: Albaicín de la voz del aljibe,/Qué tristeza tan grande me das. Imaginad el sentimiento tan especial al hablar de Federico y agua en el Aljibe del Rey en el que nos encontramos.
–¿Es mejor disfrutar de Lorca con música? –A la madre de Federico, doña Vicenta, los vecinos de la antigua Asquerosa, la oyeron decir: «Mi Federico es tan músico como poeta». No le faltaba razón. Los amigos del «Rinconcillo» se extrañaron cuando publica su primer libro «Impresiones y paisajes» en 1918. Todos sabían de Federico tocando el piano en su casa de la Acera del Darro, en el Centro Artístico. Sabían de su talento para la música pero no de sus extraordinarias dotes para la poesía y el teatro. Agua, música y poesía de la mano de Federico, ¿Hay quien dé más?
–Tiene varios libros de poemas, ¿Hay alguno listo para publicar? –Sí, tengo tres poemarios inéditos: «Versos del Sur», «La luna sobre Elvira» y «A media luz tú y yo». También numerosos textos en prosa poética y algunos ensayos.