La huella de la estancia de Carlos V en la Granada del Siglo XVI sigue protagonizando las sesiones del ciclo ‘El Agua y la Palabra’, que este año la Fundación AguaGranada dedica al Rey, en un merecido tributo al cumplirse 500 años de su juramento como monarca. Los profesores y miembros de la Academia de las Buenas Letras de Granada, Juan Varo y José Ignacio Fernández-Dougnac, impartieron esta semana sendas conferencias en el Aljibe del Rey, sede de AguaGranada. El primero habló de la relación que mantuvieron el granadino Diego Hurtado de Mendoza y Carlos V y recordó el distanciamiento que fracturó la confianza que depositaba el monarca en el embajador, cuando éste centraba la correspondencia entre ambos reclamando más recursos para la población de Venecia a causa de la hambruna que soportaba la ciudad italiana en aquellos años y más medios para los ejércitos. El que fuera uno de los embajadores favoritos de Carlos V pasó a mantener una relación más crítica con el emperador. Fernández-Dougnac, por su parte, desmenuzó y explicó gran parte de las octavas que componen ‘La fábula de Narciso’, que escribió el poeta Gregorio Silvestre, un autor nacido en Lisboa en 1520 pero afincado en Granada hasta el final de sus días, donde llegó a ser organista de la Catedral. Se entregó a los asistentes una edición de la fábula de Silvestre, que incluye algunos poemas sobre el mito de Narciso de autores de granadinos, alguno de los cuales, presentes en el Aljibe del Rey, leyeron los suyos al finalizar el acto, como José Gutiérrez, Rosaura Álvarez y Francisco Acuyo. El ciclo continúa la semana que viene con la conferencia el miércoles 20 del catedrático de Historia Moderna Francisco Sánchez-Montes, que hablará de ‘El sueño europeo del Emperador’. Un día después, Andrés Molinari disertará sobre los ‘Escudos y símbolos del Emperador Carlos en Granada’.