El autor de la partitura ganadora, al margen del premio en metálico, verá también cómo su creación será interpretada el próximo otoño por la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) durante un concierto en el Auditorio Manuel de Falla, tal y como ocurrió en 2010 con Aqualung, la elegida ese año.
En esta edición, como novedad, las obras deberán adecuarse a una orquesta clásica, a diferencia del año anterior, en la que se requirieron composiciones escritas para conjuntos no superiores a siete instrumentos. Las composiciones, además, deben tener una duración máxima de treinta minutos, ser originales e inéditas y presentarse bajo pseudónimo.
Este certamen surgió con el objetivo de enriquecer el panorama de la creación internacional musical inspirada en el agua y, al mismo tiempo, incentivar y fomentar un repertorio escrito para instrumentos solistas, grupos de cámara, ensambles u orquestas.El jurado se reunirá en la primera quincena del próximo mes de marzo para analizar y, en su caso, premiar la obra ganadora.